viernes, 8 de febrero de 2013

¡Basta de Historias!



(Autor: Andrés Oppenheimer)
Introducción
La obsesión con el pasado es un fenómeno que si bien esta exacerbado por los festejos de la independencia, es característicos de la región. El libro argumenta que los países latinoamericanos están demasiados inmerso en una revisión constante de su historia, que los distrae de lo que debería ser su principal prioridad: mejorar sus sistemas educativos. Sin poblaciones con altos niveles educativos, la región no podrá competir en la nueva era de la economía del conocimiento, donde los productos de alto tecnología desde programas de software hasta patentes de la industria farmacéutica se cotizan mucho más en los mercados que las materias primas con poco valor agregado.

El primer capítulo hace una reseña por títulos de lo que se comentara en el resto de los capítulos de libro. “Hay que mirar para adelante” hace referencia a que los países de Latinoamérica “… están inmersos en una revisión constante de su historia…” dejando de lado lo que hoy se considera importante para el crecimiento futuro: los sistemas educativos.
Dejar de “mirarnos el ombligo” y mirar un poco más para afuera.
Educación: la calidad de la misma no ha producido un avance importante en los países Latinoamericanos con el correr de los años mientras que a nivel mundial la misma ha ido avanzando de acuerdo a las necesidades que se fueron generando, y se fue actualizando a los tiempos que corren. Los países de primer mundo entendieron que la educación es la llave para el crecimiento futuro, y si bien es importante a nivel cultural la historia, esta forma parte del pasado.


Finlandia, Singapur, India, China e Israel, son presentados como ejemplo de países que han logrado mejorar sus niveles educativos y reducir dramáticamente la pobreza. De América Latina se describen las iniciativas y esfuerzos de Chile, Brasil, Argentina, Uruguay y Perú para ofrecer una educación de mejor calidad que genere conocimientos y habilidades para competir en el mundo global.
Las conclusiones de un estudio de Harvard ante la incógnita de por qué México al igual que otros países que han hecho la tarea y estaban siguiendo políticas económicas responsables        no crecen   no está limitado por el acceso al crédito, ni por la inestabilidad macroeconómica, ni por la inestabilidad política, ni por impuestos demasiado altos o variables, ni por rigideces en el mercado laboral, ni por la falta de coordinación en el descubrimiento de nuevas actividades productivas. La mayor limitación al crecimiento de México es la baja calidad de su oferta educativa.”
La prueba PISA revela alumnos mal preparados y México termina en últimos lugares. México no puede competir con otros países en el ámbito de las tecnologías. Los resultados del examen a maestros aspirantes revelan que el 70% no puede impartir clases.
En china, los niños estudian 12 horas por día pero además, estudian más días por año, millones de niños chinos están estudiando12, 13 y hasta 14 horas por día. Y no  porque les este yendo mal en la escuela. Muchos de ellos van a la escuela de tutoría privada de noche porque quieren mejorar sus notas y poder aspirar a entrar a una mejor escuela secundaria o universidad.

El secreto de Finlandia para  salir  adelante es la educación, por esta razón ha  invertido mucho más que otros países en este rubro, así como en investigación y desarrollo de nuevos productos. Los maestros son bien pagados, los grupos reducidos, todas las escuelas están equipadas con tecnología, para atender un grupo se asignan dos o tres maestros, al pertenecer al primer mundo, el ingreso per cápita es alto y por lo tanto los alumnos acuden a la escuela bien alimentados, sus padres tiene para comprar el material que se les llega a pedir, por otro lado al ser geográficamente pequeño es más fácil pasa su sistema educativo uniformar y monitorear  la educación.

Para Singapur la educación es una cuestión de supervivencia, no tiene recursos naturales de manera que no pueden sobrevivir si no explotan su potencial humano. Es el país mas globalizado del mundo, no solo tiene una economía abierta y una población multilingüe, sino alienta a su población a salir al exterior y tenga contacto con otros países desde la escuela primaria.
Para ser maestros, hay que estar entre el 30 por ciento que saca las mejores notas al salir de la universidad. Una vez que ganan un puesto de maestro su empleo no está garantizado de por vida. Los maestros son evaluados todos los años y según su desempeño reciben sus bonos anuales, quedan estancados en sus sueldos, o pueden ser despedidos.

En la India el gobierno invierte en universidades de primer nivel, se esta creando una elite profesional de ingenieros y técnicos altamente globalizada gracias al gran número de estudiantes que realizan estudios de posgrado en Estados Unidos y Europa. La india invierte menos en educación que cualquier país latinoamericano.
Pero veamos a Corea con sus múltiples marcas en todo el mundo, produciendo autopartes, computadoras para Latinoamérica, y exportando además de su industria a sus ingenieros.

Israel la cuna de las nuevas empresas de tecnología debido a la cultura de lucha, aquí también se ha optado por invertir en la educación, tomando como medida exigir al gobierno que destine más recursos a las escuelas pobres que a las de la clase alta, exigirle preparar al magisterio y  un currículum educativo básico.

En Chile el 2.65 por ciento de la Universidad proviene de la venta de servicios que prestan sus profesores  o de proyectos de desarrollo e investigación pagados por el Estado o empresas privadas, y 25 por ciento proviene de los aranceles que pagan los estudiantes y la ayuda estatal solo cubre el 14 por ciento. Por lo que hay más estudiantes de ingeniería que de psicología, filosofía o sociología ya que al graduarse tendrán que pagar los costos de su educación universitaria, tienden a elegir carreras que ofrezcan más garantías de empleo y mejores sueldos, sus estudios se basan en la práctica.

Brasil invierte el 1.5% de su PIB, más del doble que la mayoría de los otros países latinoamericanos en ciencia, tecnología e innovación, 63% de toda la inversión latinoamericana en investigación y desarrollo se da en Brasil. Las universidades más prestigiadas son las públicas, ya que tiene un alto nivel selectivo de ingreso..
Brasil es el país donde hay más potencial de innovación educativa en los próximos 10 años. Todo gracias a que se hizo una suma colectiva de voluntades “Todos por la educación”, en donde se involucraron empresarios, medios de comunicación, artistas y deportistas, la cual es liderada por los empresarios más fuertes del país, quienes vieron que la educación es demasiado importante para que solo se ocupe el Gobierno de ella.
En Uruguay una computadora para cada alumno, el proyecto Ceibal, 380,000 niños con laptop y conexión a internet gratuita –primer país en alcanzar logro-, casi la totalidad del presupuesto invertido en máquinas sin capacitación de profesores, ni incentivos. Se demuestra que puede hacerse algo nuevo en materia de educación.

C O N C L U S I O N
En general, "¡Basta de Historias!" es un llamado de atención acerca de la política educativa de nuestras sociedades, sus avances y mayores dificultades. La comparación de las experiencias de varios países de la región, y la muestra del camino recorrido por otros países a lo largo del mundo desarrollado señalan los grandes retos en materia educativa que enfrentan nuestras sociedades y la necesidad de ubicar la agenda educativa en el punto más alto de nuestras prioridades. Como el autor lo señala, el primer paso debe ser empezar a mirar hacia adelante.

Bibliografía
Oppenheimer, Andrés.(2010).México. Editorial DEBATE








EL DESAFÍO DEL MAESTRO EN EL SIGLO XXI



JOSÉ PEDRO LANDAVERDE
LEONARDO KOURCHENKO

Hace 20 años, México era un país distinto, de una democracia incipiente pasó a ser un país en  el que el ejercicio del voto ciudadano se ha convertido en un instrumento  que permite al ciudadano exigir la rendición de cuentas. Pasamos de ser un país cerrado al comercio internacional a uno abierto e inmerso en el mundo de la globalización, la tecnología ha transformado nuestra vida cotidiana y el acceso a la información ha modificado nuestra percepción y comunicación con el resto del mundo.
Estos cambios han tenido como consecuencia que un estudiante en el año 2011 sea distinto a uno  de hace 20 años. Hoy un egresado compite en el mercado laboral con sus pares mexicanos como antes, pero ahora, adicionalmente compite por oportunidades en un entorno globalizado con otros pero al otro lado del mundo. Los jóvenes se comunican con la misma facilidad con alguien a un metro de distancia que con alguien que se encuentra a miles de kilómetros con la disponibilidad del internet y el correo electrónico, los jóvenes de ahora tienen mayor acceso a la información que generaciones anteriores.
Sin embargo, estos cambios no se dieron a la par de la transformación del sistema educativo, el cual se quedó en el último cuarto del siglo pasado. Por años el país educó a jóvenes que no adquirían la preparación que requiere el sector productivo, acostumbrados a memorizar y no a pensar en un mundo que requiere del uso de la tecnología y  una actitud analítica y crítica para procesar el cúmulo de información al que están expuestos o para interactuar en un mundo de diversidad.
El siglo XXI demanda jóvenes del siglo XXI. Un elemento para lograr este cambio, es contar con maestros del siglo XXI.  La única manera de  detonar esta transformación, es con un gran esfuerzo por renovar sus prácticas, enfoques, comportamiento y aproximaciones a su quehacer diario. El lograr un cambio de este tipo es un desafío, especialmente si se quiere introducir a los docentes a este complejo proceso de transformación, para el que generalmente no cuentan con orientación ni guía. Se exige grandes adaptaciones y esfuerzos a los docentes, pero no se les da las herramientas para hacerlo viable.
Sabemos que no es posible lograr una mayor prosperidad sin educación, también es cierto que no es posible lograr una mejor calidad educativa sin mejores maestros. Pero también sabemos que actualmente, México no les ha ofrecido a sus docentes los medios para transformar su práctica y convertirse en los mayores  impulsores del cambio.
Los países se edifican desde la escuela. Los sistemas se integran con personas reales que recibieron una educación y una formación en valores. Este es nuestro momento para asumir con entereza esa gran responsabilidad y hacerlo, de forma sistemática metodológica, por los siguientes 20 o 25 años. Sólo entonces, podremos ver con claridad los resultados.
BIBLIOGRAFÍA
Courchenko, L. y Landaverde, J. P. (2011) El Desafío Del Maestro En El Siglo XXI. México, Imu Ediciones.