viernes, 8 de febrero de 2013

EL DESAFÍO DEL MAESTRO EN EL SIGLO XXI



JOSÉ PEDRO LANDAVERDE
LEONARDO KOURCHENKO

Hace 20 años, México era un país distinto, de una democracia incipiente pasó a ser un país en  el que el ejercicio del voto ciudadano se ha convertido en un instrumento  que permite al ciudadano exigir la rendición de cuentas. Pasamos de ser un país cerrado al comercio internacional a uno abierto e inmerso en el mundo de la globalización, la tecnología ha transformado nuestra vida cotidiana y el acceso a la información ha modificado nuestra percepción y comunicación con el resto del mundo.
Estos cambios han tenido como consecuencia que un estudiante en el año 2011 sea distinto a uno  de hace 20 años. Hoy un egresado compite en el mercado laboral con sus pares mexicanos como antes, pero ahora, adicionalmente compite por oportunidades en un entorno globalizado con otros pero al otro lado del mundo. Los jóvenes se comunican con la misma facilidad con alguien a un metro de distancia que con alguien que se encuentra a miles de kilómetros con la disponibilidad del internet y el correo electrónico, los jóvenes de ahora tienen mayor acceso a la información que generaciones anteriores.
Sin embargo, estos cambios no se dieron a la par de la transformación del sistema educativo, el cual se quedó en el último cuarto del siglo pasado. Por años el país educó a jóvenes que no adquirían la preparación que requiere el sector productivo, acostumbrados a memorizar y no a pensar en un mundo que requiere del uso de la tecnología y  una actitud analítica y crítica para procesar el cúmulo de información al que están expuestos o para interactuar en un mundo de diversidad.
El siglo XXI demanda jóvenes del siglo XXI. Un elemento para lograr este cambio, es contar con maestros del siglo XXI.  La única manera de  detonar esta transformación, es con un gran esfuerzo por renovar sus prácticas, enfoques, comportamiento y aproximaciones a su quehacer diario. El lograr un cambio de este tipo es un desafío, especialmente si se quiere introducir a los docentes a este complejo proceso de transformación, para el que generalmente no cuentan con orientación ni guía. Se exige grandes adaptaciones y esfuerzos a los docentes, pero no se les da las herramientas para hacerlo viable.
Sabemos que no es posible lograr una mayor prosperidad sin educación, también es cierto que no es posible lograr una mejor calidad educativa sin mejores maestros. Pero también sabemos que actualmente, México no les ha ofrecido a sus docentes los medios para transformar su práctica y convertirse en los mayores  impulsores del cambio.
Los países se edifican desde la escuela. Los sistemas se integran con personas reales que recibieron una educación y una formación en valores. Este es nuestro momento para asumir con entereza esa gran responsabilidad y hacerlo, de forma sistemática metodológica, por los siguientes 20 o 25 años. Sólo entonces, podremos ver con claridad los resultados.
BIBLIOGRAFÍA
Courchenko, L. y Landaverde, J. P. (2011) El Desafío Del Maestro En El Siglo XXI. México, Imu Ediciones.

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